Esta semana se cumplen sesenta años de la edición del Rally Monte Carlo que marcó un hito para un modelo histórico como el Mini, en la que de la mano de Paddy Hopkirk y su copiloto Henry Liddon se adjudicaba la victoria del rally por antonomasia. El equipo British Motor Corporation (BMC) acudía a la prueba monegasca con tres Mini Cooper S dotados de un motor de poco más de un litro de cilindrada basado en un pequeño bloque de cuatro cilindros en línea, que rendía algo menos de cien caballos, unas prestaciones modestas en comparación con las de los modelos de otras marcas que se daban cita desde los distintos puntos de salida del rally, como los Ford Falcon o Mercedes-Benz 300 SE. Sin embargo, el Mini tenía una velocidad punta nada despreciable y además en zonas nevadas como las de la famosa noche del Turini resultaba más eficaz que algunos de los coches de sus rivales. De esta forma, tras ser segundo en los compases iniciales de la prueba, después de la última noche en la que conseguía remontar posiciones el Mini Cooper S con matrícula 33 EJB de Hopkirk y Liddon se adjudicaba la victoria, completando el éxito del equipo británico Mäkinen y Vanson ocupando el cuarto lugar con 2.593,8 puntos, mientras que Rauno Aaltonen y su copiloto Tony Ambrose llegaban a la meta en el puesto séptimo con 2.619,5 puntos. En posiciones más retrasadas ese año lograban finalizar la edición de 1964 del Rally Monte Carlo dos equipos españoles, los formados por Estanislao Reverter y Óscar Caprotti de la Torre a bordo de un Ford Cortina Lotus y por Gerardo de Andrés y Enrique Ruiz-Giménez como copiloto con un Alfa Romeo Giulia. La victoria del Mini Cooper S no sería la única en el Rally Monte Carlo, ya que al año siguiente Timo Mäkinen y Paul Easter subían a lo más alto del podio de Mónaco, y el también finlandés Rauno Aaltonen acompañado de Henry Liddon hacía lo propio en la edición de 1967, tras la descalificación por irregularidades en la instalación de los focos de los tres Mini en la edición anterior. Aaltonen y Liddon serían terceros en 1968, teniendo que pasar más de cuarenta años hasta que otro Mini subiera al podio de la cita monegasca, siendo los cántabros Dani Sordo y Carlos del Barrio los que ocuparan una brillante segunda posición en 2012 con un Mini John Cooper Works WRC, solamente superados por Loeb y Elena y su Citroën DS3 WRC.
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Puesto a la venta actualmente por Röhrle Mobility, y hasta hace nada propiedad del Campeón del Mundo de Rallyes Walter Röhrl, la historia de este singular prototipo es sin duda especial. Basándose en las líneas del Porsche 356, el proyecto original nació en Australia de la mano de un mecánico de aviación llamado Viktor Grahser. Gran amante de este modelo de Porsche, el mecánico de origen austriaco regresó a su tierra natal con sus 356 y el prototipo que él mismo había denominado 356/930, ya que incorporaba el motor 3,0 litros de un Porsche 911 (930) de 1977. Viktor Grahser falleció de manera inesperada en 2008 y unos años después sus coches terminaron en manos de Rafael Díez, de Diez Classic, quien logró terminar el proyecto de restauración del prototipo. El especialista Porsche alemán con sede en Süßen hizo modificaciones de interior, carrocería y chasis, e instaló el motor con un nuevo turbo y la caja de cambios, para en 2018 convencer a Röhrl de las bondades del coche. Con una parte trasera más ancha que el modelo original y un motor con mucha más potencia, el apodado por Díez como “3000 RR” era un coche equilibrado y potente, que sin embargo mantenía la esencia del modelo de 1957. De esta forma, el piloto alemán ha disfrutado de este roadster durante cinco años, en los que apenas ha rodado cinco mil kilómetros. Nacido como un modelo experimental y una producción de tan sólo ocho mil unidades, del BMW Z1 al actual BMW Z4 han pasado treinta y cinco años, en los que la evolución ha sido constante. De monocasco de acero y motor de seis cilindros, el BMW Z1 fue un adelantado para su época, y sirvió para que BMW iniciara la producción de toda una saga de roadsters. Con compactas dimensiones y aspectos llamativos como sus puertas “invisibles”, el Z1 dio paso a un modelo estéticamente muy distinto. De tracción trasera al igual que el Z1, el BMW Z3 puede ser considerado como el roadster de éxito de la marca bávara. Antes de dar paso al primer BMW Z4, el Z3 estuvo en producción entre 1995 y 2002. Heredero en muchos aspectos estéticos del BMW 507 como sus branquias laterales, el BMW Z3 incorporó distintas motorizaciones, tanto de cuatro como de seis cilindros, siendo el máximo exponente el motor de 3,2 litros y 321 CV que daría vida a la variante M de este biplaza. En producción desde 2003 hasta la actualidad, el BMW Z4 es el más longevo de la zaga, habiendo sido objeto de muchas variantes a lo largo de los años. De los primeros Z4 de propulsión trasera a la delantera, de las versiones iniciales con techo de lona a las intermedias de techo duro, y multitud de motorizaciones hasta llegar incluso a las versiones más recientes turboalimentadas. Pero no nos podíamos olvidar del BMW Z8, uno de los más admirados de la Serie Z por convertirse en el coche de James Bond con ocasión de la película “El mundo nunca es suficiente”. El Z8 era un biplaza de poco más de 1.600 kilogramos, que equipaba un impresionante motor V8 de 400 CV, lo que le permitía acelerar de 0 a 100 Km/h en 4,7 segundos. El pasado dos de mayo cumplía cuarenta años Dani Sordo, el máximo exponente español de los rallyes a lo largo de casi dos décadas. Sordo celebraba su aniversario en vísperas de un test preparatorio de su decimonoveno Rally de Portugal, cita en la que conseguiría su séptimo podio con un emotivo recuerdo hacia su compañero en Hyundai Motorsport fallecido recientemente, Craig Breen. Hemos considerado oportuno hacer balance de la trayectoria de Dani desde sus brillantes inicios en los rallyes regionales nada más cumplir la mayoría de edad, hasta su reciente nuevo podio en una cita del Campeonato del Mundo. El piloto del Circuito LaRoca, pilotando un Mitsubishi Lancer Evolution VI, debutó en 2001 la misma semana que estrenaba su carnet de conducir con victoria en el Rallye Ciudad de Torrelavega. A bordo de este coche, sólo dos años después, logró otro importante hito como su primera victoria en el Campeonato de España de Rallyes. Su paso a piloto de una marca como Citroën llegaría al año siguiente, oportunidad que aprovechaba para convertirse en Campeón de España de Rallyes y Campeón del Mundo Junior de Rallyes en el año 2005. El año siguiente llegó el salto a la máxima categoría del Campeonato del Mundo de Rallyes, y no tardaron en llegar los primeros podios sobre el Citroën Xsara WRC esa misma temporada. Con tres victorias absolutas, es uno de los diez pilotos que más veces ha subido al podio en la historia del WRC, y cuando su calendario se lo permite a Dani le encanta competir con su BMW M3 E30 en pruebas regionales o tipo Rallye Festival. Además, lo hemos podido ver probar un Fórmula 1, competir en circuito, carreras sobre hielo o montaña, y más recientemente en rallyes todo terreno. |
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January 2025
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