​​La regularidad es una modalidad que nos acerca a la historia del automóvil, y además nos puede permitir disfrutar de la conducción de un coche clásico y de una experiencia competitiva, en el que el tándem formado por piloto y copiloto es fundamental.
 
Mucha más económica que un rally de velocidad, una prueba de regularidad únicamente nos va a exigir un vehículo con más de veinticinco años de antigüedad sin ningún tipo de preparación para su participación, pero si manejamos algunos conceptos básicos antes de iniciarnos, la capacidad de disfrutar durante las pruebas será mayor.

La calibración, el carnet de control, o el libro de ruta son conceptos que se emplean en cualquier rally, pero adquieren aún más valor en una prueba de regularidad.

​Especialmente destinado a los que se inicien en la regularidad, os dejamos en este apartado algunas herramientas que os podrán ayudar en vuestras primeras pruebas.